¿Cuál es el verdadero “pecado”
de Adán y Eva? ¿Por qué se les recrimina tanto la supuesta pérdida del paraíso
a los primeros padres? ¿Qué subyace debajo de esa fábula, debajo de las
recriminaciones a los primeros padres, debajo del dogma perverso del pecado
original? ¿En definitiva, qué subyace debajo del antisemitismo de los
cristianos? ¿Acaso el gran “pecado” de Adán y Eva fue el de ser precisamente
los primeros padres, los que dieron origen a toda la humanidad? ¿Esto es lo que
les duele a los cristianos? ¿Esto es lo que los cristianos les reprochan a Adán
y Eva: ser los primeros padres? ¿Esta hostilidad tan grande, tan abominable,
tan atávica contra la vida es la fuente de la que brota el odio hacia los
primeros padres? ¿Es el antisemitismo de los cristianos una forma absurda de
desfogar ese odio contra los primeros padres, odio que se descarga en los
descendientes directos de esos primeros padres que nunca existieron? ¿Es
el dogma perverso del pecado original un ajuste de cuentas contra los primeros
padres, es echarles toda la culpa de todos los males a los primeros padres, es
echarles la culpa a los primeros padres de la muerte del predicador charlatán
(léase: Jesús de Nazaret); y en consecuencia, culpar de todos los males y
también de esa muerte esperpéntica: a todos los judíos? ¿El antisemitismo es
resentimiento contra los primeros padres, resentimiento que se ceba en los
vicarios de los primeros padres: los judíos? ¿Qué es el dogma perverso del
pecado original sino la maldición sobre el origen de la humanidad? ¡Cuánto se
odia haber nacido, como para maldecir con tanta saña el origen de todos los
hombres!
Pero, ¿de dónde surge este dogma perverso del pecado
original? ¿Qué es lo que alimenta ese resentimiento contra el origen de todos
los hombres? ¿El miedo a la muerte? ¿El horror intelectual a la muerte, a la
eternidad? ¿Tanto aflige al hombre la conciencia de su muerte, la certeza de
que va a morir, que por ese temor se maldice el origen de la humanidad? ¿Tanto
miedo a la muerte es lo que provoca que se calumnie el origen del hombre, que
se busque y se encuentre a los culpables de todos los males en los primeros
padres, que se quiera la venganza absurda, infinita, contra esos chivos
expiatorios, que son Adán y Eva, las mujeres, los judíos? ¿Son los judíos los
chivos expiatorios del resentimiento infinito hacia la vida que albergan los
cristianos?
El pecado original
es la mayor antítesis contra el Evangelio, el dogma del pecado original es un
puñetazo en el ojo del evangelio. Creer que somos pecadores por el hecho de
haber nacido, creer que la humanidad surgió por culpa de una falta, de una
desobediencia, de una manzana de más o de menos, es el auténtico pecado contra
el espíritu santo que le dice sí a la vida. Creer en el dogma perverso del
pecado original, condición indispensable de todo cristiano, es el auténtico
pecado contra la vida. Creer en el dogma perverso del pecado original es
decirle no a la vida, es negar a la vida, es calumniar al Creador de todo lo visible y lo invisible...
Creer que esta vida es un
infierno, juzgar que todos los hombres venimos a este mundo, a este “valle de
lágrimas”, sólo para sufrir, para padecer congojas sin fin, que venimos a este
mundo a llorar, a afligirnos mientras estemos vivos, creer que todos los
hombres venimos a este mundo a expiar una falta ancestral, una desobediencia
atávica, ¡este el auténtico pecado contra la vida! Creer en el dogma cristiano
del pecado original, creer que nacemos siendo pecadores, maldecir el origen de
toda la humanidad es el verdadero pecado –contra
Dios...
AFORISMOS DE EL EVANGELIO SEGÚN ZARATUSTRA.
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